Casa Caridad centra su labor en cada persona como individuo. Nuestro trabajo comienza cuando una persona usuaria se pone en contacto con la entidad y durante todo su proceso le acompañamos con un plan personalizado para recuperar de su autonomía.
Tatiana es enfermera en Casa Caridad en la sede de Pechina, y su trabajo se centra en el Área de Salud, velando por la salud integral de las personas.
«Ejercer mi profesión de enfermera con las personas más vulnerables, me permite ver realidades que no pueden ser ajenas a nosotros», concluye Tatiana.
Ana Navarro es la directora pedagógica del centro de educación infantil de Pechina y todos los días trabaja con los más pequeños de nuestra casa para conseguir su integración social a pesar de sus circunstancias familiares.
Esmeralda es una beneficiaria de Casa Caridad que, como muchas de las personas que pasan por nuestra Asociación, ha vivido circunstancias difíciles durante su vida. “Mi situación es complicada, tengo una situación de discapacidad y viví en la calle durante un tiempo con muy poca esperanza. Estoy muy agradecida de haber llegado a Casa Caridad, ya que aquí me tratan muy bien”.
Doris es una beneficiaria de Casa Caridad que, junto con su familia, vinieron desde Colombia buscando asilo político y llegaron a nuestra Asociación encontrando un refugio seguro. “Gracias a Casa Caridad pudimos acceder a un lugar seguro donde nos ofrecieron orientación psicológica y laboral. Sin su ayuda, mi familia y yo no hubiéramos podido sobrevivir”.
Guadalupe Ferrer, directora-gerente de Casa Caridad nos cuenta el gasto medio diario que le suponía a la Asociación, los 365 días del año. «En Casa Caridad nos esforzamos día a día para poder atender a personas en situación de vulnerabilidad los 365 días del año. Para ello, durante 2022 tuvimos que hacer frente a un gasto medio diario de 15.180 euros, un 17% más que el ejercicio anterior»
Lourdes es una usuaria de Casa Caridad que, por circunstancias de la vida, llegó a nuestra Asociación y su estancia se ha alargado por la problemática de las viviendas de alquiler, los altos precios y la falta de disponibilidad. A pesar de ello, Lourdes no pierde la sonrisa y viene siempre al taller de búsqueda de vivienda para poder encontrar un recurso habitacional que se adapte a sus deseos y necesidades.
Sol nos explica la importancia de la profesionalización de la ONG.
Casa Caridad para realizar su actividad y cumplir con su misión social está totalmente profesionalizada. Las 84 personas trabajadoras que componen la plantilla de Casa Caridad están altamente capacitadas y están comprometidas con los valores de la entidad.
Casa Caridad ha ido aumentando sus recursos humanos en los últimos 5 años a medida que se iniciaban nuevos proyectos y se ha adaptado a grandes cambios con eficacia y flexibilidad. Su trabajo sumado a la colaboración inestimable de l@s voluntari@s hace posible que Casa Caridad realice día a día su finalidad social.
La experiencia que tengo con las personas que acuden a Casa Caridad en busca de ayuda, es que vienen, en un primer momento, para cubrir una necesidad básica como puede ser la alimentación o el alojamiento. Tras esa primera demanda, el equipo profesional del departamento de Intervención Social detecta las carencias y necesidades “ocultas” que tienen estas personas. Las necesidades más concurrentes son: ayuda sanitaria, deshabituación de drogodependencias, búsqueda laboral o de formación, cumplimentación de ayudas o prestaciones económicas.
Además, nuestro trabajo se focaliza en ayudar a cada persona en necesidades como la acogida en nuestros albergues, escucharles y empatizar con cada uno en su situación personal, realizar un itinerario de inserción social, todo lo relacionado con acompañamiento social y la tramitación de documentos necesarios como el DNI, el pasaporte o ayudas económicas.
Animo a todo el que desee colaborar con Casa Caridad a que se haga socio a través de nuestra página web https://www.casacaridad.com/colabora/hazte-socio/.